El lunes se publica el primer borrador del código genético humano, uno de los logros épicos de la ciencia contemporánea. Conoceremos la secuencia genética que determina nuestra conducta mental y física. Tendremos las herramientas que nos permitirán comprender cuánto de lo que hacemos está predeterminado y cuándo actuamos libremente, qué nos hace vulnerables a las enfermedades como el cáncer y, más importante, cómo desarrollar los tratamientos contra éste.Las primeras consecuencias serán para la medicina. (...) Viviremos más y mejor. Sin embargo, las implicaciones morales y sociales apenas se han discutido. ¿Cuánta de nuestra inteligencia, por ejemplo, es adquirida y cuánta nos viene dada por nuestra estructura genética? A primeros del siglo XX, la así llamada ciencia de la eugenesia dio argumentos a los nazis para justificar el holocausto. De nuevo estamos expuestos a los riesgos de que juicios de valor mortales se vinculen a la estructura de algunas secuencias genéticas. Si podemos saber si un niño al nacer tiene tendencias criminales, ¿cuál será la reacción apropiada?
Igualmente importante es que estaremos en la posición de predecir ciertos tipos de enfermedades. (...) Desde el punto de vista de una compañía aseguradora, la cuestión es seria. Los seguros privados no sólo estarán dirigidos a los ricos, sino también a aquellos que posean una buena estructura genética. La ciencia tiene un inmenso potencial y no puede o no debe detenerse. Pero se debe comenzar a debatir y prepararnos para las consecuencias de sus logros.
Londres, 25 de junio
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de junio de 2000