Diez personas acusadas de narcotráfico (en la foto, escoltados hacia el patíbulo) fueron ejecutadas el lunes en Guanzhou, al sureste de China. Ese mismo día, José María Aznar había pedido expresamente durante su visita oficial a este país un mayor respeto a los derechos humanos. El presidente chino, Jiang Zemin, desoyó así una vez más las peticiones que en este sentido le hacen llegar los dirigentes occidentales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de junio de 2000