Un día después de que la portavoz municipal de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, Paula Garvín, explicara la incidencia negativa sobre la economía sevillana de los 24.000 millones que debe el Consistorio a acreedores, la empresa General Enríquez ha presentado suspensión de pagos y por tanto la "finalización de la prestación de servicios ya que no puede hacer frente a los deberes sociales elementales con su personal" -pago de salarios, seguros sociales y otros gastos- debido al "retraso en los cobros de facturas" que les tiene que abonar el Ayuntamiento. Esta empresa proporcionaba el servicio de limpieza en los centros cívicos municipales. La concejal de Participación Ciudadana, Paola Vivancos, comentó ayer que desconocía los motivos de la quiebra, "si era por la falta de pago de las facturas, que atañe a la delegación de Hacienda, o por motivos de los mismos empresarios", pero indicó que su área, de la que dependen los centros cívicos, ha puesto en marcha el proceso para la contratación de otra empresa.
La empresa General Enríquez estaba subcontratada por el Ayuntamiento sevillano, por lo que su personal es subrogable, es decir, la nueva compañía entrante está obligada a contratarlos con las mismas condiciones con las que venían trabajando hasta ahora.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de junio de 2000