El campanario de la catedral de Tarragona se abrirá a la visita turística después de que finalicen las obras de restauración que pretenden recuperar la arquitectura original de la estructura, que data del siglo XVI. Las obras, que empezaron el mes pasado, están presupuestadas en 128 millones de pesetas, forman parte del plan director de restauración de la catedral y está previsto que finalicen en poco más de un año. Una de las intervenciones que más trabajo llevará a los restauradores será la del piso de las campanas. El retorno al interior del campanario posibilitará una mejor acústica a las campanas, audibles en toda la ciudad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de junio de 2000