La magia de Blair se desvanece
Los pésimos servicios públicos y el alejamiento de su electorado, origen de su caída en los sondeos
Si Tony Blair ha hecho del Puente del Milenio el símbolo de su modernidad, de su imagen de cambio e innovación, su cierre por avería no puede ser más inoportuno. El puente diseñado para atravesar el Támesis con una fantástica sensación de vuelo, como un paso flotante entre el arte y las finanzas en Londres, entre lo pobre y lo rico, se tambalea peligrosamente con el viento.