La delegación de Patrimonio va a restringir el alquiler para fiestas privadas de los dos principales palacios del Ayuntamiento granadino. La anterior Corporación, del PP, acordó arrendarlos para actos sociales a razón de 375.000 pesetas diarias, pero al actual equipo de gobierno cree que deben tener un uso preferentemente cultural. En uno de ellos, el palacio de los Córdovas, se prohibirá cualquier actividad privada, mientras que el Carmen de los Mártires se convertirá en buena parte en museo.
Para fomentar el uso cultural y gratuito de ambos monumentos, y reducir severamente el mercantil, el delegado de Patrimonio, Reynaldo Fernández Manzano, ha propuesto la modificación de la ordenanza que regula la cesión de los edificios y las dependencias municipales, donde se establecía el régimen de alquiler elaborado por el PP.El palacio de los Córdovas, donde se celebran usualmente reuniones de colegios y colectivos sociales, no podrá acoger ningún acto público. La razón es que el palacio, en su planta superior, guarda el Archivo Histórico de Granada. "Es incompatible la seguridad del archivo con el uso público",señaló Fernández Manzano.
En el Carmen de los Mártires, un precioso edificio romántico en el recinto de la Alhambra, se van a limitar las bodas y los festines privados. La ordenanza prohibirá el uso de amplificadores en los conciertos y obligará a que la música suene sin megafonía.
Pero hay más. La delegación de Patrimonio pretende destinar sus salas principales a museo. El Ayuntamiento quiere exhibir de forma permanente una selección de fotografías provenientes del rico fondo municipal. Además el carmen albergará un taller de fotos hechas con máquinas de fabricación casera, sin objetivo, y un taller de grabado artístico.
Fernández Manzano admitió que las peticiones de alquiler son muy elevadas y los ingresos por este concepto sustanciosos. Sin embargo, su delegación pretende que la idea principal sea la preservación de los palacios por encima de la utilidad mercantil o económica. "Se va a potenciar el uso cultural y limitar las comidas, pues para eso hay una red de restaurantes", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de julio de 2000