"No sé si los incendios forestales tienen solución, pero puedo asegurar que en los del Bages y el Solsonès, en los años 1994 y 1998, hubo desgobierno y que esta manera de funcionar de nuestra política acaba en consecuencias fatídicas para los ciudadanos". Ésta es la opinión amarga de una persona que sufrió muy directamente el incendio que se declaró en Aguilar de Segarra (Bages) el 18 de julio de 1998 y que arrasó 27.000 hectáreas de bosques y campos de esta comarca y del Solsonès.Es la voz de Florinda Plans, esposa de Francesc Rosés, que falleció cuando su corazón le dijo basta el 20 de julio, ante las llamas que llegaban a Freixenet (Solsonès). Cuando se cumplen dos años de aquel incendio, Florinda Plans opina en un libro sobre lo que se hizo y lo que no se hizo desde el Gobierno para arremeter contra el incendio, para haberlo evitado, para justificarse después ante la sociedad.
Plans sintió las llamas con dolor, por la muerte de su esposo, un fallecimiento que, aunque no consta oficialmente, ocurrió porque se sometió un cuerpo demasiado débil a la alta tensión motivada por el incendio.
Fruto de la reflexión de Plans, tamizada por el paso del tiempo, ha salido a la luz el libro Entre dos focs. Desgovern, polítics i grans incendis a la Catalunya central, editado por Pagès Editors. "La rabia de los primeros momentos ha remitido para dejar paso a la reflexión", explica Plans. Pero el espíritu crítico hacia la Administración y hacia la clase política en general no se ha diluido, sino que se ha incrementó cuando "al destapar las carpetas descubres que las intuiciones iniciales se confirman en la documentación".
Florinda Plans plantea algunos interrogantes dolorosos para la Administración, como por qué se reavivó el incendio en Aguilar el dia 19 de julio, cuando ya estaba controlado, por qué no se pudo actuar con rotundidad hasta un día después, cuando ya era demasiado tarde, y por qué Freixenet, su pueblo, quedó olvidado en un momento de máxima emergencia. Y se muestra crítica con la detención, justo antes del debate en el Parlament sobre los incendios, de unos jóvenes acusados de provocar un incendio que, tras pasar varios meses en prisión, están en libertad condicional pendientes de juicio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de julio de 2000