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Putin visita China y Corea del Norte antes de acudir a la reunión del G-8 en la ciudad japonesa de Okinawa

El presidente ruso, Vladímir Putin, viajó ayer a China en el comienzo de una gira por Oriente que incluirá Corea del Norte y Japón, donde participirá en Okinawa en la cumbre del G-8 (los siete países más ricos del mundo, más Rusia). En China, Putin reafirmará, junto con su homólogo Jiang Zemin, su oposición a los planes de EE UU de desplegar un escudo nuclear antimisiles. Putin partió desde Sochi, en el mar Negro, donde pasó el fin de semana. Mañana viajará a Pyongyang en la primera visita de un líder ruso a Corea del Norte. De allí Putin regresará el jueves brevemente a Rusia, a Blagovéshchensk, capital de la provincia del Amur, para luego partir hacia Okinawa.Los temas principales en las conversaciones con China serán los problemas de seguridad mundial y el intercambio económico entre ambos países, ante todo la venta de armas rusas a Pekín. En este último campo se espera que se estudien negocios concretos, ya que en la delegación que acompaña a Putin figuran responsables de la exportación de armamento. El Kremlin, pese a la oposición y presiones de Washington, continúa vendiendo a China destructores 956-E, misiles Moskit y otros equipos militares que despiertan una gran preocupación en EE UU y en su aliado, Taiwan.

En el terreno político, Putin y Jiang reafirmarán su "asociación estratégica" -anunciada en tiempos de Borís Yeltsin- frente al hegemonismo norteamericano, reiterarán la necesidad de un mundo multipolar y firmarán un documento conjunto contra los planes del Pentágono de desplegar un escudo nuclear. Mañana Putin viajará a Pyongyang, donde se dice que aconsejará a Kim Jong Il que abra Corea del Norte al exterior para superar el estancamiento económico de ese país. "Estoy convencido de que la posición de dos grandes potencias como China y Rusia será tenida en cuenta por cualquier país a la hora de tomar decisiones de Estado", señaló ayer en Pekín el ministro ruso de Exteriores, Ígor Ivanov, que llegó a la capital china antes que Putin para ultimar los detalles de la visita del líder ruso.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de julio de 2000