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El Ayuntamiento de Valencia cierra un albergue y deja a 80 inmigrantes en la calle

Unos 80 inmigrantes rumanos rodeados de voluminosos paquetes en los que guardaban sus enseres se refugiaron ayer en los jardines de la plaza del Ayuntamiento de Valencia, donde anoche se disponían a pernoctar. La falta de coordinación entre las concejalías de sanidad y servicios sociales dejó a estos extranjeros en la calle, acompañados únicamente por dos miembros de la organización SOS Racisme. Llevaban ocho meses pagando su alojamiento en el hostal San José de la céntrica calle de Trànsits hasta que los servicios sanitarios municipales hicieron efectivo ayer por la mañana su cierre por las deficientes condiciones higiénicas del local. A partir de entonces comenzaron un peregrinar que les llevó a la organización SOS Racisme.

Los servicios sociales del Ayuntamiento, que reconocieron su desconocimiento respecto al desalojo ordenado por los servicios sanitarios, según el abogado de SOS Racisme, Francisco Solans, ofrecieron a los imigrantes 16 plazas en la Casa de la Caridad y otras 24 en los locales que Hogar Social Juvenil (Hosoju) tiene en Aldaia. El resto buscaron sitio en una lista de albergues ofrecida por el Ayuntamiento, que o se encontraban repletos de turistas o les negaban el acceso.

Los 30 extranjeros a quienes se encontró cama no entendieron las indicaciones que se les dieron para acudir a su alojamiento provisional y al llegar ya estaba cerrado. Para entonces, la concejal de servicios sociales, Marta Torrado, no estaba localizable por lo que, finalmente, ninguno de ellos encontró lugar donde dormir. Finalmente los extranjeros, entre los que se encontraban una treintena de niños de corta edad, decidieron quedarse en la plaza para pasar la noche. Solans señaló que ha contactado con la Cruz Roja para tratar de encontrar hoy plazas en los albergues que están a cargo de esta organización.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de julio de 2000