La Comisión Europea va a recurrir al retiro anticipado y voluntario de sus empleados para afrontar la reforma administrativa que el presidente Romano Prodi anunció en enero. Un total de 600 funcionarios podrá optar a la jubilación en los próximos dos años."Creo que no es la primera vez, pero, sin duda, es la de mayor alcance", declaró ayer el vicepresidente responsable de la reforma, Neil Kinnock, al referirse a la medida de retiro anticipado (300 en 2001 y 300 en 2002) en condiciones a negociar. Bruselas debe resolver el problema de cómo lograr un equilibrio entre recursos humanos y funciones. Éstas se han multiplicado en los últimos años y han obligado a contratos externos, lo cual ha sido origen de numerosos conflictos. Actualmente, la plantilla asciende a unos 15.000 funcionarios.
De acuerdo con la reforma, que no cuenta con el pleno respaldo de los sindicatos, dos tercios de las necesidades serán cubiertos a través de la movilidad de personal y jubilaciones anticipadas, y el tercio restante con 375 nuevos puestos que saldrán a concurso para expertos en gestión financiera, abogados, administradores de personal y especialistas en tecnología de la información.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de julio de 2000