El presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, convocó ayer elecciones presidenciales y legislativas para el próximo día 24 de septiembre, según informó la agencia de noticias Tanjug, en un movimiento que es considerado por los analistas como un intento por parte del líder serbio de asegurarse su presencia en el poder durante los años próximos. Para esa misma fecha también se han convocado elecciones locales en Serbia, la república dominante dentro de la federación yugoslava.
La convocatoria de elecciones llega después de que el pasado lunes el Parlamento federal, boicoteado por las autoridades de Montenegro, aprobara un conjunto de nuevas leyes electorales propuestas por el Gobierno yugoslavo y basadas en las recientes enmiendas a la Constitución. Según la nueva normativa, será elegido por sufragio universal el presidente federal, sin que sea necesaria la participación de más de la mitad del electorado. Estos cambios permiten a Milosevic continuar en el poder por otro mandato más cuando su periodo al frente de la presidencia debía expirar a mediados de 2001. Con la anterior normativa, el presidente no podía ser reelegido. Antes de convertirse en presidente de la República Federal de Yugoslavia en 1997, Milosevic fue presidente de Serbia desde 1989.El viceprimer ministro yugoslavo, Nikola Sainovic, dijo tras el anuncio de la convocatoria de elecciones que observadores internacionales serían invitados a los comicios pero que, sin embargo, quedarían excluidos todos aquellos países que tomaron parte en los ataques aéreos de la OTAN sobre Yugoslavia durante la pasada guerra de Kosovo. Por su parte, los líderes del G-8 (los siete países más industrializados del mundo más Rusia), reunidos la semana pasada en Okinawa (Japón), aseguraron que la comunidad internacional no reconocería ningún resultado electoral en Yugoslavia que provenga de la nueva y controvertida ley impulsada por Milosevic.
El líder de la oposición, Vuk Draskovic, aseguró que su partido, el Movimiento de Renovación Serbio (SPO), no tomará parte en las elecciones del próximo 24 de septiembre si Montenegro no toma parte en los comicios. "Si Montenegro no concurre a las elecciones esto se convertiría en una peligrosa provocación para la ruptura del Estado federal", afirmó Draskovic. Las autoridades pro occidentales de Montenegro han repetido desde hace algún tiempo que no tomarían parte en ninguna elección organizada por el presidente federal, Milosevic, acusándole de crear su propio Estado privado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de julio de 2000