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El regidor: "Sin mis túneles, la ciudad estaría paralizada"

El hombre topo

Desde la inauguración, hace más de dos años, del túnel de O'Donnell, en ningún pleno del Ayuntamiento se había vuelto a discutir de uno de los asuntos más recurrentes durante el anterior mandato de José María Álvarez del Manzano: de túneles.Pero ayer se aprobó la adjudicación de un nuevo paso inferior, el de María de Molina, y los enfrentamientos dialécticos entre los partidarios de los túneles (PP) y los detractores (IU y el PSOE) volvieron al patio de Cristales de la Casa de la Villa. El mismo alcalde se encargó en los pasillos de calentar el debate antes de que el pleno empezara: "Sin los túneles que hemos hecho, la ciudad no se movería, estaría paralizada".

Tanto el concejal de IU Julio Misiego como el socialista Eugenio Morales tacharon el paso subterráneo aprobado ayer, que enlazará la Castellana con la nacional II, de "despilfarro" y de "inútil". Ninguno de los dos cree que este túnel, que cuesta 7.000 millones, sirva para mejorar los atascos. Además, ambos concejales aseguraron que la aprobación de esta obra "pone patas arriba el consenso por la movilidad que hace tiempo prometía el PP".

La edil de Obras, Elena Utrilla, defendió el nuevo túnel argumentando que sólo tiene carriles de salida: "Servirá, sobre todo, para que los coches que quieran salir de la ciudad puedan hacerlo rápidamente. En París y en Berlín, capitales de países gobernados por socialistas, se hacen túneles. Por eso ganan las elecciones. A ver si ustedes, señores del PSOE, después del congreso, se animan y se modernizan", dijo. El concejal socialista Morales replicó: "Lo moderno no es hacer túneles. Y respecto a lo de la salida, le recuerdo, señora concejal, que los coches que salen, antes han tenido que entrar. Y si han entrado es porque se favorece a los coches en esta ciudad".

Un hombre disfrazado de topo, acompañado de varios miembros de asociaciones ecologistas y vecinales, intentó entrar en el Ayuntamiento precisamente para criticar el futuro túnel de la calle de María de Molina. La Policía Municipal se lo impidió. "No se puede entrar a la Casa de la Villa disfrazado", señaló uno de los agentes. El pleno también aprobó el pliego de condiciones que deberán cumplir las empresas que quieran dedicarse a gestionar autobuses turísticos por el centro de la ciudad. Tanto el PSOE como IU pidieron al Consistorio que se haga cargo directamente del servicio mediante los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes y que no deje ese negocio "en manos de los privados". El concejal de Circulación, Sigfrido Herráez, rechazó la propuesta.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de julio de 2000