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CARTAS AL DIRECTOR

Algo se torció

Vilassar de Mar, Barcelona.

Aquellas personas que hayan decidido o vayan a decidir contratar un servicio a través de Internet relacionado con viajes y desplazamientos, yo les digo: ¡mucho ojo!Hace unos días compré un billete de avión por Internet. En la operación estaban implicados un mayorista, un minorista, un proveedor de envíos y una línea aérea.En la cadena, algo se torció: el proveedor de envíos se equivocó y no supo arreglarlo; la solución dada por el mayorista no fue aceptada por la línea aérea; a mí, el entuerto me costó 36.180 pesetas, y el minorista me dice que tengo razón, pero que debo tener paciencia, porque la reclamación debe seguir su curso.

Futuro comprador de servicios turísticos por la red: compruebe todo varias veces, pero, aun así, considere que las cosas pueden ir mal dadas y, si eso sucede, piense que usted, aunque tenga razón, estará al final de una cadena en la que siempre será el eslabón más débil. (Entre paréntesis: cuando no hay problemas, Internet es fantástico para estos menesteres).-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de julio de 2000