El pasado 21 de julio, al encontrarme desplazado desde Asturias con mi familia, de vacaciones en Cambrils (Tarragona), decidimos llevar a cabo una visita a Barcelona y no tuvimos otra ocurrencia que dejar el coche y, haciendo nuestras las campañas de utilización del transporte público, viajar en el tren (Renfe) desde Cambrils a Barcelona ida y vuelta. Incluso habíamos pensado repetirlo un segundo día, cosa que inmediatamente descartamos por lo que a continuación les relato.Sin entrar en detalles definitorios de lo mal que se encuentran los trenes, las estaciones y el pésimo servicio que se está prestando al viajero (incumplimiento de la ley de fumadores en transportes, suciedad, etcétera), tratando de disfrazarlo, paso directamente a denunciar públicamente que, después de abonar 4.920 pesetas por el viaje de ida y vuelta Cambrils-Barcelona, hemos tenido que realizar dicho trayecto en su totalidad de pie a la vez que otros cientos de pasajeros (hora y media de ida y otro tanto de vuelta). El primer recuerdo que me vino a la mente fueron algunas películas en las que aparecían trenes abarrotados de viajeros que tenían que ocupar hasta los techos. ¿Llegaremos a ello? Eso sí, se lleva a rajatabla un tratamiento igualitario tanto para mujeres como para hombres, ancianos o jóvenes, nacionales o extranjeros. Todos de pie sin discriminación alguna.
Ello me lleva a considerar que se está cometiendo un abuso por parte de Renfe al no disponer de los suficientes vagones con asientos para los viajeros, al menos tantos como billetes se expenden.
Con esta medida, unida a otras de diferente alcance, es fácil lograr que la curva de beneficios ascienda con el fin de llevar a cabo una futura privatización. Es la forma más adecuada de inflar las ventas a consta del paciente viajero. Para ello no hace falta que se rompan la crisma en marketing.
En la Estación de Sants, Barcelona, he presentado la correspondiente reclamación por escrito en el Servicio de Atención al cliente.
Con esta carta quiero denunciar públicamente a Renfe porque parece que este servicio es normal realizarlo así, y creo que con el precio que se cobra se está adquiriendo el servicio de transporte y un asiento, aunque no sea numerado.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de agosto de 2000