Las obras del soterramiento de las vías del tren en Cádiz son un objetivo prioritario para el desarrollo de la ciudad y en su camino se interponían las viviendas de seis familias. Ayer, la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, se acercó a la calle Trille para acompañar a los vecinos en el adiós a sus hogares. Para algunos, estos inmuebles habían sido la única casa en la que había residido desde que nacieron.Los vecinos han recibido las llaves de viviendas municipales en otros barrios de Cádiz en donde seguirán con sus vidas desde ayer mismo. A pesar de que las nuevas viviendas son bastante más confortables que el inmueble reducido a escombro ayer, no faltaron los momentos emotivos a medida que desaparecían las paredes entre las que algunos habían vivido casi medio siglo.
Una vecina le regaló al municipio una palmera de gran tamaño plantada en el patio y la alcaldesa prometió que también sobreviviría en otro lugar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de agosto de 2000