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CARTAS AL DIRECTOR

El carné de identidad europeo

La UE es una buena idea y podemos decir que funciona, sobre todo cuando se habla de compañías o de productos de consumo. Cuando se habla de personas y de movimiento de los ciudadanos, las cosas empiezan a cambiar. No hablo de las vacaciones de verano en las Baleares, Canarias o la Costa del Sol, sino del movimiento de trabajadores pertenecientes a la UE. Se habla mucho de los inmigrantes que hacen cola para pedir una carta de residencia. Pero hay que ver también el camino del pobre ciudadano europeo que quiere establecerse en este país. En teoría, con los formularios europeos como el E-301 / E-303... sería muy fácil pasar de un país a otro y conseguir la documentación, pero en la mayoría de los casos las administraciones son ineficaces y no ayudan a resolver nada. En lugar de acogerte como un ser humano, te tratan como si fuera un crimen venir a España y pedir, por ejemplo, tu derecho a la Seguridad Social.Un ejemplo es el del joven francés al que se le dice que su pasaporte no vale para pedir una matrícula provisional para su coche mientras hace todos los papeles para cambiar de matrícula..., como el permiso de residencia, el cual requiere dos meses para su obtención, y eso que ese joven tuvo que pagarse un seguro médico privado ya que si no, no podía obtener ese permiso.

Existen muchos más ejemplos que no contaré. La solución sería tener un carné de identidad europeo o reconocido por todos los países de la Unión y basta, nada de permiso de residencia u otras torpezas de otro siglo.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de agosto de 2000