Los miembros panistas del Congreso local de Guanajuato no esperaron ni un segundo para hacer saber al mundo entero que el machismo mexicano todavía existe y que quieren convertir a la mujer mexicana en una verdadera esclava.El próximo 1 de octubre, el nuevo Código Penal de Guanajuato castigará con prisión el aborto en caso de violación. Esto es un acto irracional e injusto que muestra nuevamente que la mujer mexicana, ante los ojos de estos hombres, no tiene ningún derecho.
Muestra la poca educación y entendimiento humano de los individuos encargados de establecer la legislación mexicana. Por eso los mexicanos estamos como estamos.
En Guanajuato tenemos en cargos importantes a hombres incultos y serviles que sólo piensan en su propio beneficio. Los legisladores guanajuatenses quieren convertir a la mujer mexicana nuevamente en Adelitas, o sea, mujeres que luchen por el progreso del país, pero que no tienen derecho a nada.
Posiblemente planean darnos a todas las mexicanas una canasta para que les llevemos el almuerzo y quieren que carguemos un bulto de leña en la espalda y los sigamos a pie y sin quejarnos. ¡Ah! Y si por desgracia somos violadas, bueno, ellos le venderán al amo el niño que se produzca de esa violación por medio de la famosa adopción.
Los legisladores guanajuatenses quieren obligar a la mujer mexicana a que recurra nuevamente a las comadreras que les proporcionarán a escondidas el aborto necesario en caso de violación, si es que la comadrera no mata a la mujer en su intento de ayudarla.
Estos hombres han convertido a México en el hazmerreír ante los países civilizados del mundo. La nueva legislación que entrará en vigor en Guanajuato es una decisión arbitraria destinada a violar los derechos y la libertad de la mujer. ¡Oh! Pero todo lo anterior lo hacen "en el nombre de Dios". ¡Qué hipocresía tan grande!-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de agosto de 2000