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La búsqueda de la senegalesa continúa, pese a que llamó y dijo estar bien

Marie Jacqueline Basse, la joven senegalesa de 24 años cuya desaparición fue denunciada el pasado domingo en Gines (Sevilla), se puso en contacto por teléfono, la noche del miércoles, con el centro de atención a niños enfermos de África donde colabora como voluntaria desde 1998. Informó de que está bien, acompañada y en Andalucía. Basse pidió a sus compañeras que le enviasen su pasaporte y que mandasen sus maletas y su ropa a su madre, a Mauritania. La encargada de la institución que denunció los hechos, María Eugenia Díaz Parejo, dijo ayer que no piensa retirar la denuncia por la desaparición mientras no "vea y hable" con la joven, porque no se fía de "una simple llamada. Díaz Parejo atendió a las 23.00 una primera llamada de Marie Jaqueline, en la que le dijo que estaba bien y en Barcelona. Díaz Parejo no dio mucho crédito. "Llamó con un tono muy frío y demasiado tranquila para lo que en ella es habitual", dijo la encargada.

Marian, como conocen a la desaparecida en el centro, volvió a llamar a las 2.00 y reconoció que estaba en Andalucía y que no quería volver por miedo al revuelo que fuerzas de seguridad y medios de comunicación habían montado por su marcha.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de agosto de 2000