- Ingredientes: 4 cebollas, 3 huevos, un vaso de nata líquida, una plancha de pasta quebrada u hojaldre, un trozo de queso de oveja curado, aceite de oliva, nuez moscada, sal, pimienta. - Preparación: Esta receta está íntimamente relacionada con la quiche lorraine francesa, esa deliciosa tarta salada que se hace con panceta ahumada, nata, huevos y queso. Pero, una vez cogida la técnica, combinar los ingredientes es cuestión de imaginación, y una de las más acertadas variantes que los cocineros franceses afincados en la Costa del Sol han legado al recetario de la zona es esta tarta de cebolla. La masa auténtica que se usa es la quebrada, que hoy se puede encontrar fácilmente en los supermercados, ya extendida y lista para hornear. La cebolla se fríe en una sartén con el fondo cubierto de aceite de oliva, a fuego lento, durante unos 20 minutos, hasta que quede bien dorada. Aparte, en un cuenco se bate la nata con los huevos, la sal, las especias y un taco de queso de oveja curado que previamente se habrá rallado en virutas finas. La masa quebrada que se comercializa ya preparada suele venir enrollada sobre un papel de horno. En ese caso, no hace falta engrasar el molde de tarta, sino dejar el papel por debajo. Lo que sí hay que hacer es pinchar bien la masa por todos lados con un tenedor para que no suba y se hagan burbujas. Una vez preparada la base, se reparte en el fondo la cebolla frita y sobre ella se vierte el batido. Se precalienta el horno al máximo durante 5 ó 10 minutos antes de meter la tarta. Se introduce ésta y se hornea unos 20 minutos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de agosto de 2000