Dos mujeres, Aicha y Fashar Akhnati, madre e hija, de 40 y 22 años de edad respectivamente, fallecieron ayer en Crevillent (Alicante) víctimas del incendio de su vivienda, un bajo emplazado en la Ronda Sur de la localidad y en cuyo interior almacenaban decenas de alfombras. La familia, marroquí -el esposo de Aicha y sus cuatro hijos restantes no se encontraban en el momento del siniestro en la casa-, se dedica a la venta de ese artículo textil por los mercadillos callejeros.
Ataques de nervios
Pasadas las once y media de la mañana, varios jóvenes vieron "cómo salía fuego por la ventana de la vivienda" afectada y escucharon "gritos" procedentes de su interior, según explicó uno de ellos, Fernando Menchares.De inmediato, intentaron abrir la puerta a golpes para auxiliar a las víctimas del incendio, pero cuando lo consiguieron las llamas se habían extendido tanto que ya les fue imposible penetrar en su interior. Entonces quisieron romper los barrotes de la ventanas, pero no lograron su propósito. Al final, incluso tuvieron que ser asistidos de las quemaduras de cierta consideración que sufrieron.
El fuego, según las primeras impresiones, se habría iniciado por causas toavía no esclarecidas en la cocina y las mujeres podrían haber retrasado su huida en su afán desesperado por recoger el dinero y algunos objetos de valor.
La casa incendiada, una antigua guardería rehabilitada y con una entrada bastante angosta y ventanas enrejadas, está situada en los bajos de un inmueble de seis pisos y era utilizada también como almacén de las mercancías, preferentemente alfombras, que la familia vendía en los mercadillos callejeros. Eso facilitó la rápida propagación de las llamas y que los cuerpos de las víctimas terminaran completamente calcinados.
El cabeza de familia y sus hijos restantes, que no se encontraban en la vivienda, fueron llegando pocos minutos después de que lo hicieran los bomberos. Al menos cuatro de ellos tuvieron que ser atendidos por miembros de la Cruz Roja al sufrir ataques de nervios ante la tragedia. Dos incluso tuvieron que ser trasladados al hospital de Elche.El alcalde en funciones de Crevillent, José Antonio Serna, explicó que el subparque de bomberos de la propia localidad se encuentra "vacío", ya que el dispositivo se ha trasladado hasta el municipio próximo de Santa Pola. No obstante, aseguró que los efectivos enviados desde el parque comarcal de Elche llegaron con "celeridad". El incendio, según dijo, no causó daños en la estructura del edificio.
En el término municipal de Crevillent hay censadas cerca de 300 familias de origen magrebí. Una buena parte de ellas se dedica a la venta de alfombras en los mercados ambulantes de los municipios alicantinos. Belhadj Ahmed, representante de la Asociación para la Integración de los Marroquíes en España, aseguró que las condiciones en las que viven algunos de sus compatriotas "no son las adecuadas", aunque calificó el suceso de ayer de completamente fortuito.
La Guardia Civil ha abierto las diligencias pertinentes para determinar las causas del siniestro. Respecto a una posible inspección municipal de las viviendas de los vendedores ambulantes de alfombras para evitar que las usen también como puntos de almacenamiento de este material textil y puedan producirse, pues, incendios como el de ayer, Serna advirtió que es "prematuro" anunciarla.
En su caso, esa iniciativa de la corporación obedecería al importante número de familias que en la localidad se dedican a la fabricación y la venta de alfombras, producto industrial que, según datos de la Cámara de Comercio de Alicante recogidos por la agencia Efe, genera anualmente un volumen económico en Crevillent superior a los 10.000 millones de pesetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de agosto de 2000