Brian Roberson y Oliver Cruz fueron ejecutados el miércoles en el penal de Huntsville, en Tejas (EEUU), pese a las condenas y peticiones de clemencia dirigidas al gobernador del Estado, George W. Bush, por Amnistía Internacional, que acusó de racismo (Roberson era negro) al sistema penal tejano y por la Unión Europea. Bush, que se presenta a las elecciones presidenciales como un "conservador compasivo", tampoco escuchó la petición de Arc (la institución de defensa de los disminuidos psíquicos en EEUU), que pedía clemencia para Cruz, por considerar que era retrasado mental. La fiscalía aseguró ayer, sin embargo, que cuenta con pruebas que demuestran que el coeficiente mental de Cruz era normal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de agosto de 2000