El proceso de extradición del ex mayor del Ejército argentino Jorge Olivera, detenido el domingo en Italia, será largo y complejo, toda vez que el ex militar se opuso ayer, como era previsible, a ser entregado a la justicia francesa. "Soy ajeno al caso del que se me acusa", declaró Olivera, en la comparecencia ante el juez del Tribunal de Apelación de Roma Eugenio Bettiol que le planteó la petición de extradición. La justicia francesa acusa a Olivera del secuestro y desaparición de Marie Anne Erize, una joven francesa de 24 años que desapareció el 15 de octubre de 1976, poco después de ser internada en un campo de concentración en la provincia de San Juan. Olivera ha sido ya juzgado por este caso en su país, aunque pudo librarse de la prisión gracias a la Ley de Obediencia Debida dictada por el Gobierno argentino en los años ochenta.
Además de la desaparición de Marie Anne Erize, Olivera es considerado por la justicia francesa responsable del secuestro de otros 15 ciudadanos de este país, desaparecidos todos en la durísima represión desencadenada en Argentina tras el golpe de los militares en 1976, comandados por el general Jorge Videla. La conclusión de la audiencia abre ahora el camino a un largo procedimiento legal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de agosto de 2000