Como por desgracia está ocurriendo, los enclaves naturales del litoral granadino están siendo pasto de la crueldad antiprotectora de una Administración autonómica que vende parajes naturales a medida del mercado inmobiliario.Me refiero al caso del conocido paraje granadino de Cerro Gordo. Este lugar está sufriendo el ejemplo de conceder el visto bueno a las construcciones "mazacotes" de cemento, como se les conoce popularmente por la zona o llámese "Cármenes del Mar", en lugares donde se supone que no se deben ni echar "escupitajos", ignorando alegaciones de otras administraciones o simples ciudadanos a los que les revuelve el estómago de ver salvajadas al estilo desarrollista de los años sesenta en lugares de gran valor botánico y faunístico, olvidando: ¿qué legado natural dejarán a las generaciones futuras, y cuáles son los beneficios factibles que un pueblo como La Herradura obtendrá de urbanizaciones vacías casi todo el año aparte, claro está, de los dividendos bien suculentos del constructor y sus amiguetes?- Juan Carlos Cacín Barbero. La Herradura (Granada).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de agosto de 2000