Si hay algo que no preocupa en exceso al presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, es el posible perjuicio económico que la aventura de su equipo en Segunda División pueda acarrearle. Lopera se jacta de dirigir uno de los clubes de fútbol más saneados de la Liga española. Un club que desde que él accedió a la presidencia en 1992 cierra sus ejercicios con beneficios (alrededor de 1.000 millones en cada uno). Su presupuesto para la temporada 2000-01 rondará los 3.000 millones de pesetas y el número de socios, lejos de disminuir, sigue aumentando y para este año las previsiones del club son alcanzar los casi 40.000 abonados. El asunto más espinoso al que tendrá que hacer frente Lopera es el recorte de ingresos que experimentarán las arcas del club en concepto de derechos de retransmisión televisada de los partidos del Betis. De los 3.000 millones de pesetas que ingresaba en Primera División, el Betis puede pasar a percibir no más de 150 millones.
Pero Lopera lo tiene todo estudiado: el Betis seguirá manejando las mismas cantidades que en Primera a través de Tegasa: "El Betis, da igual en qué categoría esté, no se verá afectado. La única perjudicada será Tegasa"
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de agosto de 2000