A unos 200 metros bajo tierra, el escenario parece salido de una película de ciencia ficción. Pero se trata de una gigantesca tubería de la central hidroeléctrica de Moralets-Baserca que la empresa Endesa tiene en la Alta Ribagorça, a unos 2.200 metros de altitud, en pleno Pirineo leridano. Allí, un grupo de 85 trabajadores, de los que 35 son soldadores polacos, arreglan desde hace dos meses el blindaje de la galería para acabar con las filtraciones de agua que se habían detectado. Hasta finales de año se repararán unos 500 metros de la galería central, que tiene una longitud de más de tres kilómetros. La inversión prevista, más de 1.000 millones de pesetas, se verá compensada con creces ya que hasta ahora las filtraciones en la tubería ocasionaban pérdidas de centenares de millones de pesetas al año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de agosto de 2000