Según la leyenda, el triatlón nació en un bar de Hawai. Tres marines norteamericanos discutían sobre cuál era el deporte más duro y completo. El cóctel nació de aquella discusión y la primera prueba se celebró fue en la isla americana. Aquel triatlón lo bautizaron como Ironman (hombre de hierro en inglés): consistió en nadar cuatro kilómetros, pedalear 180 y finalizar con un maratón, 42,195 metros. Aquello ocurrió en 1978. Dos décadas más tarde, el triatlón ya es deporte olímpico: hará su debú en Sydney.El triatlón ofrece un menú de distancias. Desde las pruebas de promoción (200 metros de natación, 5 kilómetros de bicicleta y 2 de carrera a pie) hasta los triatlones de largas distancias (3.800, 180 y 42,195). En Sydney, las distancias serán olímpicas (1.500, 40 y 10).
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Para entrenar un triatlón hay que combinar los tres deportes. Según los expertos, la transición de la bicicleta a la carrera a pie es el paso más complicado. Las piernas no responden. Las buenas sensaciones no llegan hasta que uno lleva tres o cuatro kilómetros corriendo. Los técnicos recomiendan entrenar este paso doloroso: hacer 10 kilómetros en bicicleta y 2 a pie. Hasta que las piernas se acostumbran.
En los últimos años, el triatlón ha sufrido algunos cambios. El principal es que ahora es posible ir a rueda en bicicleta. Además, el casco es obligatorio. En la prueba en bicicleta hay que ser autosuficiente mecánicamente.
Para participar en un triatlón es imprescindible poseer la licencia, que cuesta unas 7.000 pesetas anuales.
Con respecto a la ropa, el traje de neopreno es fundamental cuando la temperatura del agua es menor de 16 grados; si las distancias no son excesivas, en la bicicleta y en la carrera a pie se puede utilizar un bañador.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de agosto de 2000