Humillación, paliza, vergüenza o desastre. Así calificaron los medios de comunicación brasileños la actuación de su selección ante Chile, contra quien cosechó una severa derrota (3-0) en partido de clasificación para el Mundial 2002. Los goles de Estay, Zamorano y Salas provocaron "la mayor humillación sufrida por el tetracampeón", según la prensa brasileña, que vuelve a cuestionar al seleccionador, Wanderley Luxemburgo y pide el regreso de Romario al equipo. Poco le ha durado la alegría a Brasil tras ganar a Argentina, 3-1, hace 15 días. Es ahora cuarta del grupo tras los argentinos, Colombia y Uruguay. Los colombianos ganaron también el martes a los uruguayos, 1-0. Se clasifican directamente para el Mundial los cuatro primeros y el quinto, ahora Chile, iría a una repesca. La euforia se desató en el país andino, que ganó por primera vez a Brasil en un partido clasificatorio para el Mundial. "Tenemos derecho a soñar", dijo la prensa chilena. Chile sólo había ganado hasta el martes a Brasil en seis ocasiones de 55 citas (el resto fueron 38 victorias para la canarinha y 11 empates). Pero los números fueron en vano. Chile impuso su ritmo ante el desconcierto de Brasil, cuyos laterales, Roberto Carlos y Evanilson, no funcionaron y dejaron demasiados espacios. Salas se paseó a su antojo habilitando a sus compañeros. Estay envió pronto un balón al larguero y marcó, a pase del delantero del Lazio, el primer gol (m.25). El propio Estay robó después un balón a Antonio Carlos, el capitán brasileño, y sirvió el segundo a Zamorano (m.44). Brasil intentó, con las entradas de Djalminha y Luizao, reaccionar pero sólo Rivaldo dispuso de una solitaria ocasión. Sus esfuerzos, además, fueron inútiles: Salas coronó su excelente actuación con un gol de volea.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de agosto de 2000