Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

La Policía Municipal montará en el aeropuerto un cuartel para impedir estafas de taxistas

Retirada de licencias

La Policía Municipal va a disponer en breve de una oficina para alojar a una unidad cuyos agentes estarán, permanentemente, en el aeropuerto de Barajas para, entre otros cometidos, vigilar "de cerca" a los taxistas e impedir que un pequeño grupo de desaprensivos estafe a los turistas extranjeros, según informó ayer María Tardón, concejal responsable de Policía Municipal. Esta misión de control se ejercería fundamentalmente desde un local, equipado con cámaras de vídeo, que el Ayuntamiento pretende instalar en el exterior de la terminal de llegadas internacionales.Tardón confirmó que el director del aeropuerto, José Manuel Hesse, ya ha facilitado un espacio para que la Policía Municipal lo habilite como cuartelillo, en el que estarán los agentes que prestarán servicio en Barajas. Lo que todavía no está acordado es cómo y dónde se instalará la oficina de control de taxistas, aunque la concejal quiere que sea en una especie de "garita" que esté lo más cerca posible de donde éstos esperan a los viajeros.

La edil, que durante estos días actúa como alcaldesa en funciones, reveló también que su pretensión es que la futura unidad con base en el aeropuerto cuente con motos de pequeña cilindrada con las que, cuando sea necesario, sea fácil para los policías recorrer las instalaciones aeroportuarias. Esto facilitaría, por ejemplo, poder regular el tráfico en la zona y solicitar los servicios de la grúa para retirar coches mal estacionados.

Tardón especificó que el Ayuntamiento puede llegar a inhabilitar a aquellos taxistas que se demuestre que han manipulado o alterado el taxímetro con el fin de estafar a los usuarios. Según la edil, "se pueden llegar a retirar licencias, ya que es una falta grave". "Ahora estamos esperando que el Reglamento del Taxi, que la Comunidad de Madrid está ultimando, evite cualquier manipulación en los contadores", añadió. La Policía Municipal ha sorprendido, durante la primera quincena de agosto, a 25 taxistas que manipulaban el contador o que lo tapaban para cobrar abultadas cantidades por las carreras.

Tardón señaló que en estos momentos no hay un vacío legal, "ya que las normas son subsidiarias unas con las otras, pero con un reglamento específico para los taxis se conseguirá un trato especial y concreto que será más eficaz y operativo para paliar el problema actual". Las multas por alterar el taxímetro oscilan entre las 5.000 y las 50.000 pesetas. La OCU las considera insuficientes, ya que asegura que un taxista puede llegar a cobrar por un viaje de 2.000 pesetas hasta 10.000.

Según María Tardón, las estafas realizadas "por una minoría del sector del taxi son hechos que desacreditan y deterioran la imagen de un servicio público donde la mayoría son verdaderos profesionales".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de agosto de 2000