De ida o de vuelta, turistas extranjeros o habitantes de la ciudad, de largos trayectos y de estancias cercanas, las calles de Bilbao son estos días un hervidero de maletas-carrito, que se intensificará con la llegada de la Aste Nagusia. Especialmente llamativa es la gran cantidad de viajeros con equipaje de mano que transita en la parada del metro de San Mamés, junto a la estación de autobuses.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de agosto de 2000