Un plato fuerte para el sábado: soul food llamaban los negros del sur de EE UU a su gastronomía de pobres. La comida del alma incluía tripas y morros, vísceras y patas; Otis Redding creció inmenso con ella. Hubo soulmen más refinados (el precursor Sam Cooke) o más histriónicos (James Brown), pero Otis encarnó el ardor del hombre corriente. Lo suyo era la tierra quemada: entraba en los temas rápidos con un lanzallamas y dejaba, digamos, Satisfaction reducido a cenizas humeantes; también podía acariciar las baladas hasta que explosionaban en un clímax orgásmico. Esta colección, justamente subtitulada The very best, contiene 27 canciones al rojo vivo, sin olvidar dos de aquellos chispeantes duetos con Carla Thomas. Y el éxito póstumo (Sittin'on) the dock of the bay, una balada meditabunda que señalaba otra posible vía para un hombre de 26 años que ya había alcanzado reconocimiento internacional pero seguía nutriéndose de soul food. DIEGO A. MANRIQUE
Dreams to remember Autor: Otis Redding Editora: Rhino / DRO Precio: 3
142 pesetas
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de agosto de 2000