La ciudad medieval de Morella, en la comarca castellonense de Els Ports, se vio ayer desbordada por una multitud de visitantes que participaron en la celebración del 51 Sexenni, que homenajea a la Virgen de Vallivana. Todo el esplendor de las fiestas del Sexenni quedó reflejado en la tarde del domingo con la celebración de la Procesión General, el acto sexenal más importante que recorre las principales calles de Morella. En torno a la peana con la Virgen de Vallivana, se congregaron todos los principales elementos del imaginario festivo morellano, entre los que merecen especial atención las danzas gremiales como la Dansa de les gitanetes del Sol de la Vila, integrada por ocho jóvenes que bailan mientras trenzan una barra al estilo de la antigua Dansa dels Teixidors, o la danza guerrera de los Torneros, que data del siglo XIV, y en la que sus nueve danzantes, elegidos entre los mozos de reemplazo militar alistados en el año sexenal; saltan, disparan sus varas y las recogen a ritmo de gaita y tamboril. Encabezan la Procesión General los gigantes y cabezudos, realizados en 1862 por el escultor morellano José Ferreres, que fueron restaurados tras la guerra civil por el también vecino de este municipio, Juan Amela. Asimismo, de especial brillantez, plasticidad y elegancia, destacan los grupos bíblicos, como tributo del Antiguo y Nuevo Testamento a la Virgen de Vallivana y a su hijo; además de otras alegorías como el Águila, símbolo de la autoridad municipal de la ciudad y del realengo de Morella, y el llamativo Carro Triunfal, cuyos orígenes se remontan al Sexenni de 1690, en el que los literatos, pintores, escultores y plateros morellanos decidieron concebir este homenaje a la virgen.Con la Procesión General de la tarde del domingo, culmina una de las jornadas de mayor relevancia en las fiestas sexenales, en la que por la mañana, tuvo lugar el primer retaule del Sexenni, en el que participaron todos los elementos folclóricos junto a las autoridades civiles y eclesiásticas, entre las que se encontraban el vicepresidente primero de las Cortes, Francisco Camps, el consejero de Economía y Hacienda, Vicente Rambla, el rector de la Universitat Jaume I, Fernando Romero, el alcalde de la ciudad, Joaquim Puig y el Obispo de la Diócesis de Tortosa, Xavier Salinas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de agosto de 2000