El presidente del Gobierno, José María Aznar, asistirá hoy en la catedral de Huesca al funeral por los dos guardias civiles muertos ayer en el atentado de Sallent de Gállego, según anunció ayer en la capital altoaragonesa Jaime Mayor Oreja, ministro de Interior, quien también estará presente en la ceremonia junto el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de Aragón, el socialista Marcelino Iglesias. Esta comunidad autónoma ha decretado tres días de luto a raíz del atentado.Los principales partidos políticos aragoneses han convocado también manifestaciones de repulsa a la acción terrorista, cuya principal expresión será una gran marcha que desfilará al mediodía de hoy por el centro de Zaragoza.
La explosión en la pequeña localidad del pirineo oscense pareció romper el silencio de las vacaciones de agosto y conmocionó a todos los habitantes de Huesca. Políticos, militares y mandos policiales no dudaron en interrumpir sus vaciones para acercarse en la tarde de ayer a la sede de la subdelegación del Gobierno en Huesca. Poco a poco, fueron llegando a la plaza de Cervantes de la ciudad desde el director de la Guardia Civil y el máximo responsable de la Policía hasta altos cargos políticos y de las fuerzas de Seguridad. Decenas de vecinos prorrumpieron en aplausos cuando el primer féretro, el que contenía el cadáver de la oficial Irene Fernández, era introducido en el edificio oficial a hombros de compañeros del insitituto armado.
La capilla ardiente no pudo abrirse finalmente hasta pasadas las siete de la tarde, ya que el cuerpo de la otra víctima, que falleció cuando era trasladado al hospital de San Jorge en Huesca, estaba siendo sometido aún ayer tarde a la preceptiva autopsia ordenada por la autoridad judicial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de agosto de 2000