Al hilo de los últimos acontecimientos, es lamentable la actuación de la izquierda abertzale. Todo para el pueblo, pero sin el pueblo. No es lícito invocar el nombre del pueblo vasco y perjudicarlo y dañarlo tan cruelmente. Se está demostrando que es cierto el argumento que señala el fascismo de EH. Desgraciadamente, se han adueñado de su quehacer político las tendencias no democráticas y totalitarias que tan peligrosamente se manifestaban en HB. Todo vale por la ilusión de esa patria falsa y absurda alejada de los vascos de carne y hueso, y en ese altar todo es sacrificable. En estos momentos el odio y el fanatismo son el motor de la construcción nacional.Es preocupante la pasividad y el conformismo de la difusa masa social que forma la izquierda abertzale, el miedo y la verguenza de manifestar lo que sienten. ¿Es ésta la vanguardia de la sociedad vasca? Es hora de rectificar los errores históricos cometidos. Urge una izquierda vasquista, democrática y no independentista. ¿Dónde estás Euskadiko Ezkerra? Te echamos en falta.- Iker Elustondo. Beasain.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de agosto de 2000