La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía levantó ayer la prohibición de bañarse en las últimas dos playas del litoral malagueño afectadas por el vertido de alquitrán ocurrido a principios de este mes. Las dos playas consideradas desde ayer como aptas para el baño son la de La Paloma, en el término municipal de Casares, y el tramo de costa comprendido entre Playa Paraíso y Pedraza Beach, en el municipio de Manilva.En la actualidad, sólo sigue cerrada al baño como consecuencia de aquel vertido -procedente de la limpieza de los depósitos de un petrolero- la playa de La Atunara, en el término de La Línea de la Concepción (Cádiz). Esta zona, sin embargo, no está catalogada como área de baño y es usada para el atraque de barcos pesqueros de la zona.
Desde que el alquitrán llegó a las costas malagueñas y gaditanas, Salud ha prohibido el baño en trece playas. Sin embargo, según Carmen Blancas, de la Consejería de Salud, en ningún momento ha existido verdadero riesgo para la salud. Blancas afirma que los cierres han sido preventivos y de acuerdo a la legislación autónomica sobre la calidad de las aguas de baño, que impide bañarse donde existan "a la vista" residuos alquitranados y no porque los parámetros microbiológicos de las aguas hayan alcanzado niveles peligrosos para la salud.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de agosto de 2000