El presidente de la República Democrática de Congo, Laurent Kabila, ha autorizado el despliegue de observadores militares de la ONU en las zonas bajo su control, según informó ayer el jefe de la misión de la ONU en este país. Varias docenas de observadores de la ONU están desplegados en zonas rebeldes desde finales del año pasado, en un intento de poner fin a la guerra en este país centroafricano. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el despliegue de 500 observadores militares y 5.000 soldados de apoyo, pero no ha podido llevar a cabo esos planes, en parte por el rechazo de Kabila a permitirles operar en las áreas bajo su control. Los rebeldes, apoyados por Ruanda, Uganda y Burundi, combaten contra el Gobierno desde hace dos años y controlan grandes zonas del país. Zimbabue, Angola y Namibia apoyan a Kabila.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de agosto de 2000