El descubrimiento de una jabalina y un palo excavador de hace 55.000 años en el yacimiento prehistórico del Abric Romaní, en Capellades, ha permitido confirmar de forma empírica la actividad cazadora y recolectora de los neandertales, según ha explicado el director de la excavación, Eudald Carbonell. Estos hallazgos demuestran la importancia de la madera, el fuego y las actividades de caza y recolección en la forma de vida de los neandertales, quienes desarrollaron unas pautas de comportamiento que en ocasiones sólo se atribuyen al Homo sapiens. En contra de lo que aún piensan muchos investigadores, los neandertales desarrollaron un comportamiento complejo, similar en muchos aspectos a los humanos anatómicamente modernos. Eudald Carbonell, codirector también de las excavaciones de Atapuerca (Burgos) y reciente premio Príncipe de Asturias, ha asegurado que este descubrimiento confirma sus hipótesis de que "los neandertales eran tan complejos como los Homo sapiens" y ha añadido: "La jabalina y el palo excavador son pruebas que demuestran que se dedicaban a la cacería y a la recolección".
Los objetos de madera encontrados se han fosilizado en positivo y en negativo gracias al carbonato cálcico de los travertinos de Capellades. En total han aparecido 11 objetos de madera; de ellos, 4 están carbonizados y 7 han conservado el negativo de su morfología original, al igual que se fosilizan las pisadas de los dinosaurios. En concreto, se trata de unas planchas planas a modo de bandejas y objetos apuntados con distintos tipos de desbaste que posiblemente son palas cavadoras y jabalinas.
Antiguo yacimiento
La campaña de excavaciones del Abric Romaní, llevada a cabo por un equipo de la Universidad Rovira i Virgili, ha puesto al descubierto un campamento neandertal de hace 55.000 años, que revela unas áreas de trabajo bien organizadas alrededor de hogueras con espacios para la fabricación de instrumentos líticos, zonas de limpieza y numerosos objetos de madera. El yacimiento arqueológico del Abric Romaní fue descubierto en 1909 y está situado en el macizo travertínico de los riscos del Capelló. Estas excavaciones están dirigidas desde hace 18 años por el arqueólogo Eudald Carbonell, quien señaló que la de Capellades es una de las excavaciones del paleolítico moderno más antiguas de España, junto con las realizadas en el Cantábrico, y que incluye unos 300 metros cuadrados. "Este es el yacimiento que tiene más datos sobre el fuego y los instrumentos de madera utilizados en el paleolítico medio y superior", afirmó.
Carbonell ha calificado de "extraordinaria" la prueba empírica que supone esta recolección, que es la más importante del mundo en un Abric.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de agosto de 2000