El presidente cubano, Fidel Castro, anunció ayer su intención de asistir a la Cumbre del Milenio que la ONU celebrará la semana que viene en Nueva York, para lo que ya ha solicitado un visado a las autoridades de EE UU. Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que también se han solicitado visados para Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento, y el titular del ministerio, Felipe Pérez Roque, que acompañarán al jefe del Estado cubano, así como para "el personal de seguridad indispensable", y otros colaboradores. "Ahora todo depende de la actitud que asuma el Gobierno de EE UU, de si se repite o no la historia de Alarcón", agrega el comunicado.
Washington negó esta semana a Alarcón, uno de los mayores expertos en la isla en relaciones Cuba-EE UU, el visado para asistir a una reunión convocada por la Unión Interparlamentaria. Además, las autoridades de EE UU acusaron a La Habana de provocar "las muertes de cientos de ciudadanos cubanos" que, a pesar de tener visados de EE UU, se ven forzados a lanzarse en balsa al mar porque las autoridades de su país les niegan un permiso de salida. Sin embargo, la ONU recordó ayer que EE UU debe otorgar el visado a Castro en virtud de un acuerdo entre la organización y Washington por el que el anfitrión de la cumbre debe facilitar la entrada a los participantes. El acuerdo fue confirmado por el Departamento de Estado.
Este viaje de Castro sería el primero que realiza al extranjero desde mediados del año pasado, cuando acudió a una cumbre en Brasil, y el cuarto a EE UU desde su llegada al poder. En octubre de 1995, Castro pronunció un discurso ante ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York en el 50º aniversario de la organización.
El alcalde de Nueva York, el republicano Rudolph Giuliani, dijo ayer que daba la bienvenida a todos los líderes mundiales a la cumbre, aunque entre ellos haya "infames" y "asesinos" como Castro, a quien calificó de "horrible ser humano". Según el alcalde, los dignatarios estarán mejor protegidos que "en ninguna otra parte del mundo" gracias al despliegue policial que prepara la ciudad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de septiembre de 2000