Vendedores y compradores de la lonja de pescado de El Puerto de Santa María (Cádiz), que tiene un volumen de negocio de unos 4.500 millones de pesetas al año, han protagonizado plantes en los últimos dos días para mostrar su rechazo al nuevo sistema de ventas establecidos por ley. Los dos colectivos de vendedores que operan en El Puerto -los propietarios que descargan sus barcos tras la captura y empresas ajenas al muelle portuense que traen en camiones frigoríficos el pescado de otros puertos- se disputan horarios y condiciones.El nuevo sistema, que se puso en marcha hace tres días, establece que el pescado fresco será sacado a subasta antes que el procedente de otros puertos. Esta ventaja de salida es rechazada tanto por los operadores de segundas ventas, como por los compradores, que prefieren ver toda la mercancía antes de realizar sus operaciones. Las partes piden también que se facilite el acceso a ambas mercancías en el mismo espacio con el fin de poder comparar con mayor facilidad la mercancía expuesta.
El Presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Rafael Barra, explicó ayer que la solución al conflicto debe pasar por la apertura del diálogo entre todas las partes, bajo la premisa del respeto a lo que recoge la ley.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de septiembre de 2000