La tradicional pisa de la uva sirvió ayer para celebrar la llegada de la nueva cosecha del Marco de Jerez. Los alrededores de la Catedral sirvieron de escenario para celebrar el nacimiento del nuevo vino. Una cuadrilla de pisadores de las bodegas Domecq se sirvió del calzado de cuero claveteado que llevaban para convertir en mosto la uva que les llevaron en canastas un total de 40 jóvenes que vestían trajes de vendimiadora. Cuando el primer mosto de esta vendimia comenzó a caer por la piquera del lagar instalado para la ocasión, la suelta de mil palomas y el repicar de las campanas de la Catedral completaron la celebración. Según los datos del Consejo Regulador, al finalizar la campaña se habrán recogido algo más de 105 millones de kilos de uva, que producirán 154.000 botas de vino de Jerez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de septiembre de 2000