Un magrebí falleció ayer en Barcelona horas después de recibir un disparo en la cabeza efectuado, supuestamente, por un joven skinhead. También en Barcelona, el local de la Asociación de Vecinos de Sants sufrió desperfectos por el impacto de cuatro cócteles mólotov lanzados, presuntamente, por activistas de extrema derecha.
El magrebí fallecido, H. S. O., de 27 años, caminaba por la calle de Aribau junto a tres amigos cuando se encontró con un grupo de jóvenes. La víctima intercambió unas breves palabras con los agresores, sin que sus compañeros llegaran a conocer el contenido de la conversación. En cualquier caso, aseguraron que no hubo ningún enfrentamiento. Segundos después, uno de los jóvenes disparó a la cabeza de la víctima. Un testigo presencial explicó ayer que oyó gritos y, al girarse, vio a un grupo de jóvenes "de estética skinhead", según Europa Press. Fuentes de la policía explicaron que trabajan con la hipótesis de que los agresores sean un grupo de cabezas rapadas, aunque advirtieron de que "las apariencias físicas pueden resultar engañosas". No obstante, no descartan que tras el homicidio se esconda un móvil racista. El disparo se produjo justo delante de un bar que, según los vecinos, es frecuentado por grupos de jóvenes de esta ideología.
Por otra parte, cuatro cócteles mólotov causaron ayer desperfectos en el local de la Asociación de Vecinos de Sants. La policía investiga la supuesta relación de algún grupo de extrema derecha con este incidente. Hace unas semanas, esta asociación de Sants se adhirió a una plataforma contraria a la celebración que la ultraderecha organiza cada 12 de octubre en la plaza dels Països Catalans.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de septiembre de 2000