Las vacaciones son ya un recuerdo para la mayoría, pero eso no significa que haya que dejar de soñar con viajes y aventuras. Precisamente estos días es bueno buscarse un antídoto contra el choque que a menudo causa el regreso a la cotidianidad. Una visita al Moll de Marina del Port Olímpic puede aliviar los perversos efectos posvacacionales: ahí está en construcción -ya muy avanzada- la embarcación con la que el aventurero Kitín Muñoz y un grupo de indígenas andinos van a tratar de cruzar el océano Atlántico.La balsa, una réplica de las que se construían hace mil años, se construye a la vista del público y ya son muchos los barceloneses que se han acercado a seguir el proceso.
Observar cómo crece la embarcación, llamada Mata Rangi III (Ojos del Paraíso III), y soñar con su singladura no son las únicas atracciones que proporciona la visita. También se puede contemplar en la misma playa la exposición montada por el Museo Marítimo de Barcelona y National Geographic. Ubicada en tres carpas, esta exposición muestra la navegación con barcas primitivas en las civilizaciones de la antigüedad.
A finales de octubre la nave partirá de Cádiz e intentará llegar al Pacífico para demostrar la capacidad navegatoria de las culturas inca y polinesia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de septiembre de 2000