El presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, tiene previsto reunirse mañana, martes, con el de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, y el próximo jueves con el de la Junta extremeña, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, para abordar con ambos el nuevo modelo de financiación autonómica.Este sistema responde a la propuesta que el propio Zaplana lanzó antes de las elecciones municipales y autonómicas de junio de 1999 y que resulta muy atractiva para los catalanes, vecinos de una comunidad, la valenciana, que siempre ha forzado una mayor cuota de participación de los Gobiernos regionales en la gestión de sus ingresos.
Las primeras voces críticas contra el modelo Zaplana surgieron precisamente de responsables autonómicos del PP, como Juan José Lucas, en Castilla y León, o Manuel Fraga, en Galicia, que defienden una consideración específica de la amplitud del territorio por encima de los criterios que atienden a la población al establecer la distribución de los fondos públicos.
El propio ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, tuvo que matizar hace unos meses, en Valencia, que el proyecto de Zaplana debía introducir elementos de solidaridad para garantizar ingresos suficientes a las comunidades con menor densidad de población y dinamismo económico.
Fuentes de la Generalitat valenciana sugieren que Zaplana sólo pretende pactar un documento de mínimos para avanzar en las negociaciones e intentar redactar un primer borrador como instrumento de trabajo para su posterior debate en el seno del Consejo Estatal de Política Fiscal y Financiera, el organismo que debe pactar el sistema definitivo.
La entrevista entre Pujol y Zaplana permitirá a ambos dirigentes, procedentes de dos comunidades económicamente muy dinámicas, reafirmar sus posiciones. Por contra, el socialista Rodríguez Ibarra se encuentra en el extremo opuesto al modelo Zaplana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de septiembre de 2000