Después de la campaña pesquera de verano, que este año ha sido intensiva y abundante, las redes necesitan el repaso de sus rotos y sus descosidos. Una estampa clásica de los puertos pesqueros en los que, como en el caso del de San Sebastián, parece no pasar el tiempo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de septiembre de 2000