La investigación ha rechazado, en principio, que el crimen de ayer en Almoradí esté relacionado con los sucesos de junio. Sin embargo, nada más tener conocimiento del nuevo asesinato y sobre todo de saber quién fue el autor, la preocupación y la rabia hizo mella en el ánimo de los vecinos: Hace tres meses vivieron una semana en un estado casi policial. La alarma también cundió entre las familias gitanas de La Cruz de Galindo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de septiembre de 2000