El Tribunal Supremo ha confirmado la primera condena por acoso sexual dictada en 1998 en España por la Audiencia de Barcelona, por la que se imponían 240.000 pesetas de multa y medio millón de indemnización a José Luis Balaguer Molina, el jefe de seguridad de un hipermercado. La víctima del delito fue Belén Novoa, quien trabajaba como subordinada, y quien hubo de soportar durante meses, pese a su manifiesta oposición y disconformidad, diversos comentarios obscenos de Balaguer en los que le instaba a mantener relaciones sexuales.Ahora, el Tribunal Supremo considera que la vigilante sufrió "un atentado a la libre decisión de no verse involucrada en una relación sexual indeseada" y que esto afectó a su intimidad personal. Pese a ello, la mujer se abstuvo de comunicar los hechos a la empresa por miedo a perder su trabajo, una situación que era perfectamente conocida por el acusado, afirma el Supremo, "quien se estaba aprovechando de una situación de superioridad". Al final, los hechos trascendieron y la empresa despidió a ambos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de septiembre de 2000