Hombre de una sensibilidad extraordinaria, maestro de la narración cinematográfica, Carl Theodor Dreyer (Copenhague, 1889-1968) es autor de una obra de una belleza y una profundidad indiscutida. La vigencia de películas como Ordet (1954), Gertrud (1964), Dies Irae (1943) y La pasión de Juana de Arco (1927) es sancionada repetidamente en filmotecas de todo el mundo y su herencia es reclamada por cineastas que se sitúan en la vanguardia como Lars von Trier, quien le rindió explícito homenaje en Rompiendo las olas (1995).Durante este mes de septiembre, la Filmoteca de Cataluña (avenida de Sarrià, 33. Barcelona) le dedica un ciclo con la proyección de filmes como los arriba citados y algunos más, como Mikael (1924), El amo de la casa (1925), Vampyr (1931) y el cortometraje documental Thorvaldsen (1949), entre otros.
Hoy mismo, a las 19.30 horas, se proyectará Dies Irae, filme que resume buena parte de las características semánticas de sus películas, en las que se denuncia, en muchas ocasiones, la intolerancia y se critica las instituciones sociales que juzgan al individuo. Mañana, a la misma hora, se pasará Ordet (La palabra), un drama místico sobre el poder de la fe y la redención de los hombres a través del amor que se considera la culminación de su obra. El miércoles le tocará el turno a Gertrud. El ciclo dedicado al cineasta danés se prolongará hasta el próximo 29 de septiembre.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de septiembre de 2000