El año 1999 cerró una de las décadas más trágicas de la historia de la humanidad por los daños derivados de las catástrofes. Pese a ser declarado por la ONU el Decenio Internacional para la Reducción de estos fenómenos, la euforia duró poco a la vista de los resultados del último año: más de 75.000 muertos y 22 billones de pesetas en pérdidas económicas. En España, Protección Civil denuncia en el balance de 1999 al Instituto Nacional de Meteorología por sus alertas injustificadas y los fallos en sus previsiones.Las principales aseguradoras del mundo alertan sobre la gravedad creciente de los perjuicios ocasionados por los fenómenos meteorológicos o sísmicos y aunque destacan las mejoras en los sistemas de alerta llaman la atención sobre el progresivo aumento de los riesgos a los que se exponen las aglomeraciones humanas, debido a su localización en zonas muy vulnerables.Las mayores pérdidas de vidas humanas se localizaron en Orisa (India), 30.000, y en Venezuela, más de 20.000, víctimas de unas intensísimas inundaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de septiembre de 2000