Es probable, querido Fernando Savater, que nuestras ideas no sean coincidentes. Acaso nunca hayamos votado a los mismos partidos políticos. No importa. De lo que sí estoy seguro es de mi admiración por tu actitud cívica ante la terrible situación que estáis viviendo en mi querido País Vasco.Leía estos días por las calles una frase escrita por alguien: "Los héroes son gente corriente que hacen cosas extraordinarias en momentos extraordinarios", y me viene a la memoria leyendo tu artículo en EL PAÍS del domingo Perdonen las molestias. ¿Cómo deberíamos calificar a quienes, como tú, defienden los valores por los que día a día, minuto a minuto, se muere en el País Vasco?
No, Fernando, por favor, no nos pidas perdón por defender con tu vida nuestra libertad, porque ese perdón debe ser en realidad un grito de convocatoria para todos tus compatriotas que creemos en que la libertad, en ocasiones como ésta, hay que volver a ganarla, porque no es gratis. Por eso, Fernando, el día 23, me tomaré la molestia de trasladarme a San Sebastián para manifestarme a tu lado por tu libertad. Que también es la mía.- José Ferrándiz Alarcón. Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de septiembre de 2000