La ironía está presente en toda la muestra, sobre todo, en el apartado Otras obras con el que el espectador se topa nada más acceder a la Ganbara. En este espacio figuran una serie de cajas, objetos y otras piezas, en su mayoría inéditas, en las que Ameztoy ha plasmando algunas de sus obsesiones. Se trata fundamentalmente de metáforas artísticas que aluden a lo erótico, lo místico o lo siniestro, y establecen un diálogo entre lo políticamente correcto y lo transgresor. Desde Inri-Tridi, el retrato de un Jesucristo que abre y cierra los ojos desde la cruz, hasta San Sebastián II, un óleo sobre tela en el que el santo está rodeado por una singular aureola; los esqueletos de dos peces. O Erótica de la ambigüedad, una pieza chocante sobre la sexualidad. La directora guipuzcoana de Cultura, María Jesús Aranburu, el responsable de Arteleku, Santi Eraso y el director del KM, Frantzi López Landatxe, participaron ayer en la presentación de la muestra.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de septiembre de 2000