Lances insospechados se vieron ayer en Vallecas. Sueltos ante las posibilidades que les brindaba un equipo menor como el Molde, los jugadores del Rayo se abrieron a las satisfacciones primarias de todo futbolista. Entonces se pudo apreciar, por ejemplo, a Quevedo tirando una y dos paredes de tacón con Míchel, que se las respondía de tacón también, al borde del área de Bakke. O -más desconcertante aún- a Bolo sentando de culo a un tal Fostervoll y haciendo bicicletas como si de un Denilson se tratara. Inaudito. El dominio del Rayo era total, pero tenía dificultades para rematar las largas y rumiadas jugadas. Tanto que la propia Teresa Rivero se encabritó al final del partido. La presidenta, enardecida, tuvo palabras de reproche para sus jugadores: "¡Tienen que tirar más a puerta!, ¡tienen que tirar a puerta...! ¡No puede ser que no tiren más a puerta!".Al Rayo le costó resolver en los últimos metros. Quizá porque Bolo es impreciso como distribuidor en la punta: baja bien las pelotas de cabeza, pero luego no las deja bien con el pie. Quizá porque a los jugadores del Molde les faltó técnica pero les sobró ganas de cerrarse atrás con dos barricadas. O acaso por el aire de suficiencia con que se tomó el partido el personal. El caso es que resulta difícil de explicar que el dominio de Poshner en la media y el patronato de las bandas por Alcázar y Míchel, no tuviera una goleada como consecuencia.
RAYO VALLECANO 1 / MOLDE 1
Rayo Vallecano: Keller; Alcázar, Ballesteros, De Quintana, Mingo; Helder, Poshner, Setvalls (Pablo Sanz, m. 77); Quevedo (Glaucio, m. 70), Míchel; y Bolo (Bartel, m. 58).Molde: Bakke; Dos Santos, Kjolnsr, Fostervoll, Singsaas (Nielsen, m. 85); Hestad, Fjortoft, Rudi, Olsen; Hoseth (Schi, m. 60) y Hulsker. Goles: 1-0. M. 37, Míchel, de penalti. 1-1. M. 72, Hulsker cabecea un balón colgado en el área de penalti. Árbitro: Vladimir Hrinac (Eslovaquia). Amonestó a Quevedo, Helder y Hestad. Incidencias: Unos 4.000 aficionados en el estadio de Vallecas. Vuelta de la primera ronda de la UEFA. El Rayo ganó 0-1 en la ida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de septiembre de 2000